A Elisa Cincotta, amable poeta argentina, amiga, por sus versos con sabor a tango y a bolero.
Inspirada esta poesía en la poesía de Elisa : Resplandor y en la vida, por supuesto.
Ya no más trenzas largas
que como señuelo
llegaba a mis caderas.
Ya no más
esa boca en flor.
Ya no más
ojos negros de misterio
con seducción momentánea.
Ya no. 50 años
mira a la mar
desde su playa amiga
en espejo de agua.
Sombra ligera queda hoy:
garbo de gacela
heredado de la madre.
A lo lejos
resplandor de los candiles
los otros y ella
caminante de su destino.
Fines de marzo del 2008.
Julia del Prado (Perú)
Derechos reservados