Tabla central del JARDIN DE LAS DELICIAS, del Museo del Prado de Madrid
Desnuda ella ingresó a tu pesca
fluyó vino que bebiste
mientras preparabas su esencia.
Amarro piernas
a tu tronco de olivo
mientras con un tetoco encendías su oído.
Alcoba de casa vieja
habló allí cinco elementos
cinco sabores
trescientas un mil lunas
de pasión
sin fecha de partida.
Flameo de lenguas al compás de
veredas nocheras del fuego de Zeús.
Notas de violín en este invierno
no nacen.
Mujer abraza su costa todavía cálida
arropa su desierto
sin frío
de nube blanda
promesas del casi siempre.
Julia del Prado (Perú)
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