La ladera
Dicen que era un caballero elegante, de facciones finas, un caminante aventurero que gustaba de mujeres, sean rubias o morenas. Andaba a caballo, lo llamaban El Bandido.
Yo no lo conocía en esa época, sólo llegó a mis oídos sus coqueteos. Lo vi sí de lejos, en su etapa de años vividos, de hombre viejo, vencido por la vida, con esa añoranza marcada que tiene todo Don Juan. Lo vi sí, en varias oportunidades en una ladera de algún lugar del planeta y no sé si exactamente en un sueño. No recuerdo en que ciudad, en qué país, pero ahí omnipresente estuvo bajo un árbol meditando –a veces-, vociferando otras.
Parecía –me dije-, Marlon Brando, pero Marlon cuando ya no tenía atractivo, pobre Marlon. Gordo, ceboso, sin ese rastro de joven que seduce con una mirada a la mujer. Y sólo solo repetía como zombi versos incoherentes acompañado de su guitarra, a su última dama, una rubia sanguínea “raposa”. Ella lo había puesto en tal estado, cada osadía, cada atrevimiento de juventud lo había pagado con ella.
Lo vi sí, pero la última vez -Oh Dios, fue más o menos así. En la ladera bajo el árbol sentado en su rutina, sólo que ahora se levantó para caminar y se cae en su vejez aturdida, vueltas vueltas daba, una pelota, eso era. No me explico ilusión o magia, la pelota vieja, gorda y calva ante mis ojos asombrados se tornó piedra. Y luego: nada, nada, nada.
Escrito en marzo de este año.Publicado en la revista Voces de hoy de Pedro Pablo Perez Santistebán. mayo-junio 2009, páginas 17-18.
8 comentarios:
Y si... los años nos van imprimiendo su paso y en nuestro rostro queda sellada la forma en que los hemos vivido. Besos Julia.
SI QUEDA EL SELLO cierto y parece que en los hombres m{as que en nosotras, por manejar los dos hemisferios y ellos; una depresión de la patada sumada a su orgullo de macho. Jaajajaja. Julia
Y será que ¿todos llevamos un poco a ese "Don Juan", caza-aventuras? y entonces, la vejez a todos nos llega, inexorablemente...
GRACIELA mARÍA, NOS LLEGA LA VEJEZ María si, pero a algunos con más armonía y comprensión que a otros. Besos, Julia
El trabajo va floreciendo.
Aplausos
Maria
ah MARÍA QUERIDA, florece si, para esos somos brujitas de las buenas. Abrazos, Julia
Duro epitafio de la vida, que nos apunta como un pelotón de fusilamiento, esperando solamente que alguien diga la palabra "fuego"...un beso Julia desde azpeitia
Jaajajaja, me haces reir Antonio, lo del pelotón de fusilamiento me trajo el recuerdo de Gabriel García Márquez. Fuego: ra, ra, ra. Besos, Julia
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